Pelea por los huesos de la ballena muerta en Puerto Rico

Luquillo. La pobre ballena cachalote que quedó varada en la playa San Miguel lleva horas sepultada y ya se están peleando su osamenta. Resulta que el alcalde de San Juan, Jorge Santini, quiere exhibir los huesos del
mamífero en su Museo de Vida Silvestre. Pero, difícilmente lo logrará, pues los residentes de Luquillo –quienes ya planifican celebrar el Festival del Cachalote– están super- enojados y llegarán hasta las últimas consecuencias para retener en el municipio a la hembra que murió y fue enterrada en la playa del área este.



“Sí, en efecto, personal del Museo de Vida Silvestre de San Juan y el Alcalde hicieron acercamiento al secretario (de Recursos Naturales y Ambientales, Daniel Galán)… Hay posibilidad de que cuando se descomponga, los restos de la osamenta se pasen al museo para exhibición. Sería algo a largo plazo”, confirmó Jaylin Pérez, portavoz de prensa de la agencia.

Primera Hora supo que los planes son desenterrar al animal marino –que yace en una fosa improvisada en una parte del Corredor Ecológico del Noreste– en un año, para así cumplir con el pedido de donación de Santini.

“Me parece muy mal. Si el Alcalde quiere una ballena, que la busque en otro lado porque esa ballena es de Luquillo. Ella vino a morir a la entrada del Corredor Ecológico del Noreste, por lo tanto es nuestra”, expresó el surfer Ángel “Flavo” Rosado, quien sugirió que se haga un museo cerca de la playa, donde se exhiban fotografías, vídeos y otro material informativo sobre los animales marinos que frecuentan la zona. “Y allí mismo que se exhiba la ballena”, dijo.

Con él coincidió el pescador José Flores, quien rápido cuestionó el asunto con un “¡qué pantalones!… y ¿por qué a Santini? Que lo dejen aquí con nosotros, los que tratamos de salvarla”. De hecho, Flores fue uno de los primeros en llegar al lugar y participó en las primeras labores tratando de rescatar al mamífero que, según los biólogos, llegó a la orilla porque estaba muy enferma y prefirió pasar sus últimos momentos en aguas tranquilas, antes de morir ahogada en las profundidades del mar.
Festival a la vista

Mientras, todos aquellos que llegaron el domingo hasta Luquillo para presenciar el momento en que biólogos del Departamento de Recursos Naturales socorrieron a la ballena de 34 pies y 15,000 libras, podrían conmemorar la fecha a partir del año que viene, pues por ahí se asoma el Festival del Cachalote en honor a la especie marina.

Fuente: Primera Hora