MIAMI -- LeBron James no puede adelantar que se puede esperar de él. Se limitó a ofrecer una mera promesa: "no me arrepiento de estar en un séptimo partido".
Su Miami Heat, aún de pie, se prepara para recibir el sábado a los Boston Celtics para definir de una vez por todas el duelo por el cetro de la Conferencia del Este.
James viene de un partido en el que mantuvo a Miami vivo esta temporada al anotar 45 puntos, con 15 rebotes y cinco asistencias, para obligar a un séptimo partido.
El ganador obtendrá el segundo boleto a la final de la NBA, donde aguarda el Thunder de Oklahoma City. El perdedor afrontará un receso de verano cargado de incertidumbre.
"Gane, pierda o empate, saldré a jugar con la actitud que he tenido toda esta temporada", dijo James. "Y luego ya se verá".
Esta es una serie de vericuentos, un carrusel. Miami ganó los primeros dos partidos y luego los siguientes tres antes que James se cargó al equipo encima para conseguir una victoria en Boston el jueves.
Para el Heat, es la oportunidad de buscar el título que no pudo atrapar el año pasado en el primer año del trío de James, Dwayne Wade y Chris Bosh. Para los Celtics, es la última oportunidad para que su núcleo de Kevin Garnett, Paul Pierce, Ray Allen y Rajon Rondo puedan todos juntos alcanzar la cúspide de la NBA.
"Este equipo ha tenido que sobrellevar muchas adversidades durante todo el año, así que esto no tiene nada de nuevo", dijo Pierce. "Nos costó mucho sudor llegar a este punto, así que no sorprende que sea difícil. Ganar es duro. Alcanzar la final es duro. Más duro no puede ser. Y estoy convencido de que estamos preparados para afrontarlo".
Será la ocasión número 111 que una serie al mejor de siete partidos se va al máximo. Los equipos de casa aventaja 88-22 en las definiciones anteriores.
Fuente: ESPN
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