(EFE) Al menos 12 personas murieron y decenas más resultaron heridas en dos ataques de la secta radical islámica Boko Haram sobre iglesias y los consecuentes actos de represalia en el norte de Nigeria, informó
este lunes el diario local Punch.
Según la fuente, uno de los atentados se produjo ayer en la Iglesia de Dios Elegida de Cristo, en la localidad de Jos, en el estado de Plateau, en el centro de Nigeria, donde un terrorista suicida empotró su automóvil contra el edificio sobre las 11.00 hora local (09.00 GMT) y detonó sus explosivos, lo que causó la muerte de tres personas.
Otras 41 personas resultaron seriamente heridas en el ataque, que según testigos presenciales en principio iba a llevarse a cabo en la Iglesia Católica de San Pedro, pero que fue evitado por una barricada que se había levantado.
"Es como si el terrorista suicida no supiera hacia dónde iba o que no dio con su objetivo inicial y estaba buscando otro sitio, porque su automóvil pasó velozmente por delante de la iglesia afectada y después dio marcha atrás rápidamente. De repente empotró el vehículo contra ella", dijo a Punch Randy Obey, testigo de los hechos.
Poco después del ataque, jóvenes de la zona iniciaron una represalia en la que murieron al menos 7 personas, asegura Punch.
Por otra parte, la iglesia de EYN, en la localidad de Bui, en el estado norteño de Borno, también fue atacado por hombres armados, donde murieron dos personas.
Condena ataque
El Gobierno de Nigeria condenó los dos ataques, que calificó de "otra acción cobarde de personas que no tienen ningún respeto por la vida humana".
La secta islamista Boko Haram se ha responsabilizado de los ataques a las dos iglesias, según aseguró hoy el diario local Daily Trust.
Según la fuente, el portavoz del grupo rebelde, Abul Qaqa , llamó a varios periodistas por teléfono para atribuirse los ataques.
"Por la gracia de nuestro creador, hoy (domingo) hemos llevado a cabo un ataque con éxito en dos iglesias de Jos y Biu", dijo Qaqa.
"Como hemos dicho antes, vamos a incrementar los ataques contra nuestros enemigos. Esta es una guerra entre nosotros y el Gobierno de Nigeria, y no hay marcha atrás. No pararemos hasta que establezcamos un estado islámico", agregó.
Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, el grupo ha matado a unas 1.200 personas, la mayoría en ataques perpetrados en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.
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